¿Hay una bestia controladora...
Desde el día en que empecé a trabajar 10 horas diarias y a comer, mear, dormir y cagar durante las 14 horas restantes tengo la imaginación bastante anulada. Y dando un repaso a unos escritos que tenía perdidos en carpetas creadas hace años encontré un pequeño grupito de poemas cachondillos que me hicieron sonreir. Así que como me alegran la vista, tengo ganas y me sale de los cojones os lo copioypego en este sitio, ¿vale?
Sed felices. Miau.
¿Hay una bestia controladora absorbente junto a ti?
Locuaz líquido licuante,
voraz e ínfimo rumiante,
¿verdad que es lógico atraparte
bajo la luz de la luna
y no en otra parte?
Sedosa ternura a mi encuentro.
Hermosa criatura del infierno.
Brumosa espesura en el averno.
Tú, más bella que ninguna,
¿controlas fácil mi cerebro?
Locuaz líquido licuante,
voraz e ínfimo rumiante,
¿verdad que es lógico atraparte
bajo la luz de la luna
y no en otra parte?
Sedosa ternura a mi encuentro.
Hermosa criatura del infierno.
Brumosa espesura en el averno.
Tú, más bella que ninguna,
¿controlas fácil mi cerebro?
Seguiré torturándome/os.
Estoy escuchando: Carlo Coupé - Mis balas llevan tu nombre
pon el de los jibones carracos
ResponderEliminarPor desgracia ese poema no lo he vuelto a ver desde hace muuuuncho tiempo. Me da que va a estar perdido entre apuntes de COU, porque esa fue la época de creación.
ResponderEliminarDiría más, creo que nos inspiramos en una clase de química de viernes. Era una de las últimas clases en un mes caluroso en el que las mozas se desabrochaban los botones del polo blanquito de uniforme. Y, nosotros, desde el flanco recorríamos sus tiernas redondeces con los ojos, mmmmm...
Juanito, Juanito, con que tiernas redondeces, eh?
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