sábado, noviembre 24, 2007

EINSTEIN EL IMPOSTOR



Quizá debiéramos abrir una sección que se titule "Deshaciendo historia". Podríamos denunciar sucesos como el que sigue.




1. Sucinta cronología:

-300 a.c. Euclides publica sus “Elementos”.
-1822 Lobachevsky escribe su “Non-euclidean geometry” (funda la primera geometría no-euclídea, la hiperbólica)
-1866 Riemann escribe su tesis doctoral, donde trata la otra geometría no-euclídea, la elíptica.

-1875 Nace Mileva Maric, en el berlangiano imperio austro-húngaro.
-1879 Viene al mundo tangible Albert Einstein, en la vieja Alemania.
-1888 Gregorio Ricci Curbastro sienta las bases del cálculo tensorial (un cálculo diferencial absoluto generalizable a las nuevas geometrías no euclídeas)
-1890 Mileva se gradúa en el instituto con la mejor nota media en matemáticas y física.
-1892 Lorentz y Fitzgerald descubren que las longitudes se contraen con la velocidad.
-1896 Mileva ingresa en Instituto Politécnico de Zurich a estudiar matemáticas y física.
-1898 Mileva conoce allí a Tesla y a Albert, pero se casará con Albert.
-1900 Tullio Levi Civita publica la Biblia del cálculo tensorial.
-1903 Mileva y Albert se casan.
-1905 El año “milagroso” de Albert. Publica cuatro trabajos que supusieron un hito en la historia de la física. Entre ellos, la Teoría Especial de la Relatividad (TER). (A partir de aquí, Albert, consciente de la mediocridad de la TER, pide ayuda al mismísimo Civita para aprender las bases del cálculo tensorial, imprescindible para desarrollar la Teoría General de la Relatividad (TGR), pues su matrimonio hace aguas y Mileva ya casi no le ayuda en las investigaciones).
-1912 Albert pide ayuda al matemático Marcel Grossmann para que le ayude en cálculo tensorial aplicado a la TGR.
-1913 Albert publica el tratado sobre la TGR, en colaboración reconocida con el matemático Grossmann.
-1914 Mileva y Albert se separan “físicamente” (tras años de separación síquica) .
-1915 Albert presenta la TGR en su formulación definitiva.
-1919 Mileva y Albert se divorcian legalmente. Una de las cláusulas dice que en caso de recibir el Nobel, el dinero en metálico sería para ella. Incomprensiblemente, el misógino Albert acepta el chantaje de una mujer a la que odia ¿qué tiene que esconder?
-1921 Albert recibe el premio Nobel, y el dinero en metálico se lo da íntegramente a Mileva, conforme a lo pactado en el divorcio. El Nobel se lo dan por su explicación, del año 1905, sobre el “efecto fotoeléctrico”, no sobre la TER o la TGR.
-1948 Mileva abandona la parte tangible del universo. De su tumba, en Suiza, quitaron la lápida por no pagar los impuestos. (Parece que Albert quiso asegurarse de que Mileva no existiese ni después de muerta).
-1955 Albert, en un acto reflexivo, se muere.
-2004 La sociedad Tesla de Nueva York consigue que vuelvan a poner la lápida de Mileva.
-2007 Yo estoy escribiendo ahora (antes) la palabra palabra aquí (allí).


2. Lucubraciones de varia lección.

-Curiosamente, uno de esos cuatro trabajos de 1905 era copia del trabajo fin de carrera de ella. Hoy nadie encuentra el trabajo que hizo Mileva en la Universidad, se ha esfumado en el discontinuo espacio-tiempo. Nadie encuentra tampoco los manuscritos originales de Albert sobre esos cuatro trabajos. Hay serias dudas sobre la autoría de Albert sobre esos trabajos.

-En las cartas que se remitían cuando novios, Albert refiere la teoría especial de la relatividad como “nuestra teoría”. El investigador E.H. Walker concluye que la teoría especial de la relatividad se basa en ideas fundamentales de Mileva Maric.

-Es importante resaltar que la TER se basa principalmente en la ecuación de transformación de Lorentz, de modo que eso de que el tiempo y las longitudes se dilatan o contraen con la velocidad no tenía nada de novedoso. También hay que añadir que la relatividad del concepto de “simultaneidad” fue formulada por Poincaré antes que por Albert. Es más, el 23 de junio de 1905 Poincaré envía su artículo a la prestigiosa revista italiana “Rediconti del Circolo Matematico di Palermo” (pero no aparece publicado hasta 1906) y el artículo de Albert a la revista alemana “Annalen der Physik” llega siete días después, el 30 de junio de 1905 (y sale publicado el 26 de septiembre de 1905). Alguien malpensado podría conjeturar que el gran matemático italiano Levi Civita, amigo de sus amigos del círculo matemático italiano, admirador de Einstein, y después maestro y amigo, “tomara prestado” el manuscrito de Poincaré, se lo hiciese llegar a Albert por correo electrónico para traducirlo al alemán y poderlo publicar primero, después devolvería el artículo a la revista y retrasaría su publicación lo suficiente como para que Albert se llevara los honores. En resumen, la TER no era más que un escalón más allá de lo que habían llegado Lorentz y Poincaré, por lo que no tiene casi nada de revolucionaria. Es tan simple que el propio Albert en su intento de explicarla al vulgo en su libro “Sobre la teoría de la relatividad especial y general” dice en el prólogo “La lectura exige una formación de bachillerato aproximadamente[…]” .

-El año 1905 es reconocido por todos como el “año milagroso” de Albert, debido al gran número y trascendencia de los artículos publicados en revistas especializadas. Pero una vez recogidas las mieles del éxito, robadas a Mileva, comienza la separación síquica del matrimonio. Mileva se centra en criar a sus retoños y aborrece al misógino usurpador. Ya no le da clases. De hecho, cuando Albert entiende que la TER apenas supone logro alguno para la ciencia y que es necesario generalizarla para la presencia de campos gravitatorios, tarda la friolera de 10 años en lograrlo. ¿No será será que ya no tenía a su mujer para ayudarle? O, mejor aún ¿no será será que ya no tenía a quién robarle el trabajo? Quizá no quiso separarse de ella hasta que no tuviera la TGR terminada: en 1913 termina la TGR y en 1914 , casualidad, se separa físicamente de Mileva.

-Considerando que Albert siempre había sido un negado para las matemáticas (su expediente de mediocridad y fracasos en la infancia, adolescencia y primera madurez así lo atestiguan), y que Mileva le daba clases desde que se conocieron, no es descabellado afirmar que no sólo las ideas generales sino tampoco el desarrollo matemático de las teorías fuera debido a Albert . Es decir, si las ideas y el desarrollo matemático son de Mileva ¿qué aportó Albert a “su” teoría de la relatividad especial? La respuesta es evidente: nada. En aquellos tiempos la comunidad científica despreciaba el intelecto de las mujeres, de modo que quizá esta pareja de esquizofrénicos potenciales tuvo la “genial” idea de publicarlo todo bajo el nombre del varón, de Albert. Pensaron que así la comunidad científica tomaría más en consideración aquellas investigaciones. A un misógino -y quizá misántropo- empedernido como Albert esto no le supuso ninguna carga moral.

-El aparato matemático del cálculo tensorial (aparentemente signos de brujería cuando se abordan por primera vez, pero verdaderamente simples en su fondo cuando se profundiza en ellos) fue ideado a finales del siglo XIX por Ricci. Un italiano, Tullio Levi Civita publica en 1900 la Biblia del cálculo tensorial. Albert, incapaz de aprender cálculo tensorial por sí mismo requiere la ayuda y el magisterio del mismísimo padre de dicho ente matemático. Después sería el matemático Marcel Grossmann quien le hiciera la parte tensorial en el desarrollo de la gestación de la TGR. Sin este tipo de cálculo diferencial absoluto (generalizable a las geometrías no-euclídeas), la TGR no se habría podido desarrollar. ¿Por qué nadie se acuerda de Grossmann, verdadero artífice de la TGR? Me recuerda al injusto eclipsamiento que hoy ejerce el varado Hawkins –otro que vive de rentas intelectuales- sobre el genial Roger Penrose.

-También debemos recordar que su Teoría General de la Relatividad no era tan “general”: Albert puso la geometría riemanniana en la base de su TGR. No obstante, como todo el mundo sabe, en el espacio de Riemann no existen los conceptos de homogeneidad e isotropía del espacio: por consiguiente, toda teoría que se construya en base a la geometría de Riemann no presentará las leyes habituales de conservación de la energía-impulso y del momento de impulso. Y dado que una hipótesis de partida de la TGR es que se supone que el tensor de energía-impulso (característica universal de la materia) es la fuente del campo gravitatorio… no quiero ni pensar la conclusión que de ello se deriva (véase la obra de A.A. Logunov). Quizá esto explique por qué los científicos llevan casi un siglo intentando ligar, sin éxito, la TGR con la mecánica cuántica.

-Como dice Michael Guillen en “Cinco ecuaciones que cambiaron el mundo” : “[…] en un principio se tuviera la impresión de que aquel recién nacido tenía alguna deficiencia mental. De hecho, se podría decir que el desarrollo inicial de Albert Einstein era igual de lento que veloz era la luz: fue lento para hablar (¡a los 3 años!), para leer, para aprender. [..] No obstante, su tío Jacob prefería creer que Einstein simplemente era distraído y no tonto."

-De los tres hijos que tuvo Albert, el primero –la pequeña Lieserl- o se murió en la infancia o la dieron en adopción; el segundo –Eduard- salió retrasado y hubo que ingresarlo en un sanatorio para enfermos mentales; el tercero –Hans- fue casi normal. El parecido físico entre Albert y el retardado Eduard era mucho más acusado que con los otros dos, por lo que no es descabellado pensar que casi toda la carga génica era del padre.

-Y finalmente he aquí la prueba definitiva del carácter falsario de Albert: le dio el premio en metálico del Nobel íntegramente a Mileva, dicen que quizá porque él en el fondo reconocía la aportación de su ex, pero en realidad no fue más que un chantaje que venía explícito en las cláusulas del divorcio, y que de algún modo vendría a decir algo así como: o me das todo el dinero o publico las cartas que demuestran que tú no aportaste nada en la TER y en otras teorías. La humanidad debería recordar a Albert, además de la parte científica en la que colaboró, por su carácter humanitario: maltrató sicológicamente a todas las mujeres que tuvo, y se desentendió totalmente de su hijo retrasado, al que nunca se dignó a visitar en el sanatorio mental.

-Sobre la fabricación de la bomba atómica. Se le acusó al principio de haber participado en su gestación, pero los datos nos demuestran que no fue así, que su carácter pacifista -curiosa manifestación de la misantropía- le llevó a rechazar la oferta del Presidente Roosvelt. El 1 de septiembre de 1939 Hitler invade Polonia. A los pocos meses de que los físicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann bombardearan uranio con neutrones, el avezado Adolf suspende la exportación de uranio procedente de Checoslovaquia, también ocupada (sus asesores científicos le habían asesorado bien). El 2 de agosto de 1939, Albert escribió una carta a Franklin Roosvelt, a petición de dos colegas, avisando al Presidente de los motivos de Adolf para con el uranio checo. El 16 de julio de 1945, el equipo de físicos norteamericano logra confeccionar la bomba atómica sólo unos meses antes de lo que lo habrían logrado los físicos alemanes, liderados por el mismísimo Heisenberg, Nobel de Física en 1932.

-Sin Mileva, Eintein logró obtener los siguientes logros: el fracaso en su Constante Cosmológica (llegó a convertirse en el hazmerreír de la comunidad científica, y se vio obligado a rectificar públicamente), su empecinamiento en no querer admitir el carácter probabilístico de la mecánica cuántica, y el estrepitoso fracaso en desarrollar la Teoría Unificada de Campos (que, vergonzosamente, ni siquiera incluía las interacciones fuerte y débil).

-Podemos afirmar que Albert Einstein fue un genio, un genio del márquetin, el mercadotecna más espabilado de la Historia de la Ciencia.


Nota 1:
Las fechas entre la TER y la TGR recuerdan al Quijote: entre 1606 (primera parte del Quijote) y 1616 (segunda parte) también transcurren 10 años, pero el bien que esta obra ha hecho a la humanidad es infinitamente mayor que el de los plagios de Albert, por no hablar de la abismal diferencia de talento exigible.

Nota 2:
El hecho de que un tal Hitler invadiera Polonia, suspendiera la exportación de Uranio de Checoslovaquia y quisiera guerrear al mundo hizo saltar la alarma en EEUU con respecto a la bomba atómica, en consecuencia se apresuraron y la lograron antes que el afamado “teutón”. Ahora bien, ¿y si Adolfo, en lugar de entrar en guerra con las manos vacías, hubiera esperado a tener la bomba lista para usar? Sterben, sterben, sterben!

Nota 3:
¿Qué hubiera ocurrido si Mileva se hubiese casado con Tesla en lugar de con Albert?

sábado, noviembre 03, 2007

EL RETORNO DE TAMERLÁN


Tamerlán (1336-1405)

Mi reino es de este mundo.

La primera frase es tan atronadora, atroz, terrorífica… porque lo normal hubiese sido decir que su reino no es de este mundo y así otorgar un carácter mítico y sobrehumano a los hechos. Claro que entonces los versos que vienen serían tomados como una consecuencia lógica y en absoluto asombrosa. Amedrenta más preludiar con énfasis humano las sobrehumanas hazañas que siguen, y así lo hace.

Carceleros
y cárceles y espadas ejecutan
la orden que no repito.

Vemos que le basta una sola palabra para que se cumplan las ejecuciones, nadie le discute. Curioso esa forma de adjetivar al sustantivo “orden”: ¿qué tipo de orden? Aquella que no repito. Bella también la repetición de la conjunción en la enumeración.

Mi palabra
más ínfima es de hierro.


Nos hace imaginar cómo será su palabra más grande ¿acaso de aleación cromo-molibdemo-vanadio? De todas las formas posibles de describir una palabra ha usado un matiz de material hierro, es decir, podía haber dicho que su palabra era fuerte, estridente, compleja, etc, pero no, dice que es de hierro.

Hasta el secreto
corazón de las gentes que no oyeron
nunca mi nombre en su confín lejano
es instrumento dócil a mi arbitrio.


Se hace su voluntad en todo el universo, sin que nadie rechiste, incluso sobre aquellos que ni saben que existe.

Yo, que fui un rabadán de la llanura,
he izado mis banderas en Persépolis
y he abrevado la sed de mis caballos
en las aguas del Ganges y del Oxus.

Ha ganado las más grandes batallas y ha recorrido todos los confines del mundo.
Bellísimo lo de abrevar la sed. Eterna la referencia a los caballos en el clásico problema de los universales.

Cuando nací, cayó del firmamento
una espada con signos talismánicos;
yo soy, yo seré siempre, aquella espada.


Todo elegido tiene su “señal” el día de nacimiento. Un hombre que nació siendo una espada… ¿alguien se atrevería a luchar contra él? ¿Os imagináis al cielo lloviendo espadas?

He derrotado al griego y al egipcio,

Podría haber dicho “griegos” o “egipcios” pero ha usado esta curiosa forma singular que evoca a toda la multitud.

he devastado las infatigables
leguas de Rusia con mis duros tártaros,


Las frías tierras de Rusia han sido siempre un muro infranqueable para los míticos conquistadores (Aníbal con sus elefantes, Hitler con sus teutones tanques)

he elevado pirámides de cráneos,

Si el signo más grande de logro de civilización eran las pirámides egipcias, he aquí alguien que lo supera: no sólo construye pirámides, las construye con los cráneos de los enemigos que derrota. La imagen de una pirámide compuesta por calaveras infunde un pavor indescriptible.

he uncido a mi carroza cuatro reyes
que no quisieron acatar mi cetro,

claramente refiere que ha empalado calaveras de reyes. ¿Os imagináis encontraros al doblar la esquina con un tipo montado en una carroza de cuatro bastiones en cuyos extremos estén clavados los cráneos de cuatro reyes? Terror, terror, terror, terror.

he arrojado a las llamas en Alepo
el Alcorán, el Libro de los Libros,
anterior a los días y a las noches.

Él está por encima de los libros divinos y eternos, él puede a los dioses.

Yo, el rojo Tamerlán, tuve en mi abrazo
a la blanca Zenócrate de Egipto,
casta como la nieve de las cumbres.

No sólo en lo belicoso, también en el amor es él quien más puede. Nadie ha pisado nunca la nieve de las cumbres.

Recuerdo pesadas caravanas
y las nubes de polvo del desierto,

si en lugar de vapor de agua, las nubes son de polvo ¿qué lloverá? Llueven tormentos y sed y calamidad. Y él pasó por todo eso. Así de curtido está su carácter, así su piel.

pero también una ciudad de humo
y mecheros de gas en las tabernas.

Ah, qué lindo, “una ciudad de humo”, una vez más podría haber adjetivado típicamente, con términos que sean físicamente concordantes, p.e. :ciudad enorme, ciudad alta, ciudad larga, ciudad caótica, pero no. Borges tiene la virtud de adjetivar extrañamente sustantivos comunes. Ciudad es un nombre común, humo es un nombre común, pero que una ciudad sea de humo es una adjetivación del todo inusual y del todo bellísima.

Sé todo y puedo todo.

¿quién da más?

Un ominoso
libro no escrito aún me ha revelado
que moriré como los otros mueren


Acaba de descubrir que es un ser mortal, y que sus días acabarán como acaban para los demás mortales. No es un dios.

y que, desde la pálida agonía,
ordenaré que mis arqueros lancen
flechas de hierro contra el cielo adverso
y embanderen de negro el firmamento
para que no haya un hombre que no sepa
que los dioses han muerto. Soy los dioses
.

Este es el pasaje más hermoso. Las flechas de hierro pueden más que las de madera. Las lanza contra el cielo para vengarse de la afrenta que éste le infringe, que lo ha degenerado a mortal. Desafía a los dioses, se venga de ellos. Todo el cielo es una descomunal bandera de color negro, presagio de muerte. La cantidad de flechas es tal que el sol se tapa por completo y así todos los hombres del mundo, desde su confín lejano, observan el eclipse más poético de la historia, y saben que algo sobrenatural ha ocurrido ese día. Ese día ocurre que él, es decir, los dioses, han muerto, porque si él no es un dios entonces nadie puede ser un dios.

Que otros acudan a la astrología
judiciaria, al compás y al astrolabio,
para saber qué son. Yo soy los astros
.

El eterno confuciano de “conócete a ti mismo”. Y los dioses son los astros, porque en aquella época no se había desentrañado aún la mecánica celeste, y los astrolabios, los compases (un doblete aquí: en inglés compass=brújula) eran insuficientes.
Empieza la inflexión. A partir de aquí parece que se sale de su papel de Tamerlán y empieza a describir a su alter ego, a Borges. Hay demasiadas notas autobiográficas como para poder descifrarlas todas.

En las albas inciertas me pregunto

Adjetivar de “inciertas” a las “albas”… todos sabemos que si hay algo seguro son las puestas de sol y las albas, pero aun así las llama inciertas.

por qué no salgo nunca de esta cámara,

en verdad que pasó más tiempo en la biblioteca que en su casa.

por qué no condesciendo al homenaje
del clamoroso Oriente.

Miles de premios y homenajes le ofrecían por doquier, pero parece ser que no le llenaban su vacío interior. La pompa y el agasajo no le satisfacían, eso era para los mortales.

Sueño a veces con esclavos,

Pongo la mano en el fuego a que es verdad, a que soñaba con esclavos ¿alguno de vosotros ha soñado alguna vez con esclavos? A lo sumo después de ver “una de romanos”, pero como él se pasó la vida leyendo y como le embriagaban las hazañas de grandes héroes y reyes, los esclavos eran para él un sueño común.

con intrusos, que mancillan
a Tamerlán con temeraria mano
y le dicen que duerma y que no deje
de tomar cada noche las pastillas
mágicas de la paz y del silencio
.

Una referencia al insomnio que padecía y que le persiguió durante casi toda su vida, a él y a otros muchos genios. Tomaba pastillas para dormir. Los médicos son los intrusos que se entrometen en el magnánimo sino de su existencia: no dormir para poder crear más mientras dura su corta- mortal- vida.

Busco la cimitarra y no la encuentro.

Como se quedó ciego a los 40 años aprox., supongo una de sus más grandes frustaciones –como varón- era el no encontrarse el pene (la cimitarra). De los mil y un nombres que la imaginación humana ha dado al falo a lo largo de la historia, nunca me había encontrado con el de “cimitarra”.
Busco mi cara en el espejo; es otra.

Los eternos espejos de Borges, ya ciego de poco le sirven y, por supuesto, ya no reflejan el mismo rostro que de vidente.

Por eso lo rompí y me castigaron.

Mal augurio romper un espejo. Pero él tenía que hacerlo, tenía que vengar tamaña afrenta de los dioses y el capcioso albur.

¿Por qué no asisto a las ejecuciones,

Vuelvo a poner la mano en el fuego: no sólo soñaba con esclavos, apuesto a que también añoró vivir en épocas pretéritas para poder asistir a ejecuciones masivas.

por qué no veo el hacha y la cabeza?

No las ve porque está ciego. Se sabe que una vez cortada la cabeza el riego cerebral dura unos 20 segundos, en los que el ajusticiado puede ver su propio cuerpo descabezado y el hacha que lo desmembró. Es decir, al ser ciego, no puede asistir a su propia muerte, no puede verse envejecer en los espejos.

Esas cosas me inquietan, pero nada
puede ocurrir si Tamerlán se opone
y Él, acaso, las quiere y no lo sabe.

Aquí resurge su ánimo de sicología inversa.

Y yo soy Tamerlán. Rijo el Poniente
y el Oriente de oro, y sin embargo…

Finalmente acaba. Tras los desvaríos y alucinaciones vuelve a su realidad cotidiana: él no es Borges, es El Gran Tamerlán de las llanuras, bregador de los infames.