Gilmour en Venezia
A nuestro paso por Venezia coincidimos mi señora y yo con el concierto de David Gilmour. Es una pena que el último barco que nos llevase al camping zarpaba tan solo 45 min. después de la hora de inicio del concierto pero, aun disponiendo de más tiempo, creo que no habría comprado 2 entradas que costaban entre 80 y 130 y pico euros cada una.
De todos modos disfruté del ensayo con el resto de músicos por la tarde e hice un rato de fan-fotógrafo. En esta primera foto se puede ver a los tipos tocando, aunque un pelín borrosillos (entre que estaba lejos y el escaneo...). Durante el ensayo musicaron la intro de "Shine on you crazy diamond" con un personaje que hacía sonar con copas las notas del teclado en la original. Alucinante.
Al hacer esta segunda foto, mientras estaba yo rodeado de auténticos fanáticos que pedían a mr. Gilmour un hijo o dos, pude observar la rocosa barriga que este hombre ha estado cultivando los últimos años. Por cierto, de entre la fauna que le rodeaba cabe destacar al mequetrefe ese al que le cuelga una cosa roja del cuello que no paraba de dar órdenes y organizar para que, tras unas moles monstruosas llegase sano y salvo el míster entre decenas de policias al restaurante que había en una calle cortada a los mortales y en el que se metería entre pecho y espalda ración doble de ravioli con papardelle al pesto regado con aqua frizzante. Ah, y curiosa la diferencia de edad entre el mismo y su pareja, que no paró de sacarle fotos durante el ensayo y se la puede ver junto a él sonriente y con el bolso repleto de billetes.
Por la noche vimos un cacho del concierto desde al lado de la boca de un pozo que había junto a la basílica de San Marco y que estaba más elevada que el resto de la plaza dedicada al mismo santo. El ratito duró hasta que unos tipo uniformados nos echaron del sitio casi a patadas. Entonces escuchamos desde otra parte de la plaza dos o tres canciones más hasta que se nos hizo la hora de salir corriendo a por el último barco a casa.
Tiene la barriga cuadrada. Me gusta la chorba, se nota que lo quiere
ResponderEliminarSí, parecen felices... y ricos
ResponderEliminar