miércoles, julio 22, 2009

La fin del mundo

Sudor frío en mi espina al despertarme es el efecto secundario del chip despertador que mercadeé hace un mes y que instalé en mi PCI cerebral, y estoy ya un poco harto a la vez que enganchado. Los enchufes me chiflan y en cuanto la Comisión Mundial me expide una nueva certificación corro raudo a por una nueva dosis de cableado. Mi última adquisición fue un nuevo tobillo derecho. Con mi hábil interpretación burlé, como otras muchas veces, al gabinete inhumano de la administración de mi distrito y ahora ya no solo no sufro de constantes dolores en los frecuentes días lluviosos, sino que puedo saltar hasta tres metros de altura sin esfuerzo alguno. Pero hoy mi cada vez menos empático cuerpo ha notado un escalofrío y no ha sido por el chip-JDT7am. He llegado a la oficina, he abierto la cerradura biométrica NIP BLUE-2030, he gritado el santo y seña que desactiva la detección de intrusos y, al cerrar la compuerta, he agachado la cabeza...


1 comentario:

  1. Qué maravillosa imagen. Todos tan felices, extenuados de gloria...y a punto de caer al vacío

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