jueves, julio 30, 2009

From lost... to the river

"De perdidos... al río" (Amílcar Barca)


Según unos compañeros la intención no es llenar de locales las laderas, sino de hacer algo puntual, incluso acondicionar zonas deportivas.

Yo soy muy malpensado, pero es verdad que, siendo confiado, puedo pensar que desde el puente del ferrocarril hacia el norte se podría crear una zona muy turística y de buen ambiente, preparada para fiestas y jaranas. Alegraría aún más unos barrios ya de por sí bastante palmeros como son el de Casablanca, La Rata y Patilla.

Concurso Proyecto Ladera del Río Vinalopó (si estáis interesados, que sepáis que se os pasó el plazo, jiji)

2 comentarios:

  1. Una proposición no indecente: teniendo en cuenta que el encauzamiento del Vinalopó a su paso por Elche fue diseñado para avenidas con período de retorno de 500 años (unas lluvias muy pero que muy copiosas), propongo obrar en consecuencia. A saber: construir un edificio que albergue fieles de sectas deseaosas de la arribada de la fin del mundo; construir lupanares y casinos donde, llegado el día, perezcan el mayor número posible de pecadores; construir una nueva sede para el Ayuntamiento, de modo que los funcionarios vayan directamente al cielo o al infierno de "El Derramador" (partida totalmente abandonada por el Consistorio), que bajo esta hipótesis acturaría a modo de metáfora metafísica; justo debajo del puente del ferrocarril, habilitaría una zona VIP para precipitados (vocablo afable con el que el cuerpo de bomberos se refiere a los que se lanzan al vacío, llenos de vida); aguas arriba, en la zona del cañar denso (émulo trágico del palmeral, trasunto ateo del día Domingo de Ramos, tendríamos la sección violadores y hermeneutas; y, por supuesto, una pista de pádel para pobres y otra de petanca (esta última sólo para miembros aforados u ostentadores vanidosos de la tarjeta de El Corte Inglés); todos los hijos de carpinteros dispondrán gratuitamente de un taller a modo de astillero celestial en el que trabajar en sus ratos libres, aportando su granito de arena (su pizca de serrín) en la construcción de un navío desmesurado, una suerte de Arca de Noé donde, una vez comenzadas Las Lluvias, iríamos recogiendo ejemplares masculinos y femeninos de todos los animales que merezcan ser salvados de La Gran Avenida. Después de lanzar científicos y personas por la borda (todos no cabemos), echaríamos el ancla a la altura de Portus Ilicitanus, que volvería a ser nuestra una vez bajado el nivel de las aguas. Este barco divino (esta barcaza terrible) llevaría a estribor gravado su nombre: Los Atribulados del Raval".

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  2. Shiiii... ummmmmm... me gushta tu ideeeaaa.

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