sábado, febrero 14, 2009

EL ACELERADOR DE HADRONES: ¿aún no habéis notado nada?




El domingo fui a comprar el pan. Compré las dos barras de siempre, pagué con monedas. Aparentemente todo normal, pero sé que noté algo extraño. De camino a casa estuve repasando mentalmente toda la escena, emulando a Funes el memorioso: yo entrando a la puerta, la conversación, sus ademanes, la configuración de la tienda, el olor, los matices de la luz que versaba sobre los anaqueles… entonces lo vi todo claro: los panecillos del mostrador tenían una ligera inclinación hacia poniente, cuando normalmente suelen estar dispuestos longitudinalmente con el estante. Pensé que quizá sería una mera casualidad pero entrando a casa sucedió algo que me corroboró las sospechas. Tenemos un garrofero en la entrada, viejo como un viejo, que resiste a la gravedad como el helio embolsado, que no lo detiene el tiempo. Normalmente no me fijo en él pero esta vez me puse a mirarlo detenidamente, intentando desvelar alguna suerte de figura premonitoria entre la maraña de sus hojas y algarrobas, como cuando de niño miraba a las nubes buscando figuras antropomorfas o culinarias. Entonces vi algo terrible: en la configuración de sus ramas pude desvelar la figura de un zíngaro almorzando altramuces. No podía creer a mis propios ojos, me acordé de Parménides, me retiré unos pasos atemorizado: primero lo de la panadería y ahora esto… demasiada casualidad, pensé.


Todos sabemos que el acelerador de hadrones se terminó de construir en verano del 2008, pero que no lo pondrían a “trabajar” de verdad hasta navidades. Un hacker se coló en el sistema para demostrar lo endeble que era y consiguió retrasar los experimentos. Pero ya llevan unas semanas funcionando y lo inevitable está cada vez más cerca. Cuando alguno de esos agujeros negros se les escape de las manos, se les haga más grande de lo que predicen las ecuaciones, el Sistema Solar desaparecerá, incluido Matola. Tenemos que hacer algo: algo diferente con nuestras vidas, pisemos una cucaracha o bebamos ron, mead en la calle o ved la tele, comamos altramuces o leamos prensa deportiva, recemos o vayamos al sicólogo, pero hagámoslo ya.

Enrique Fernández, del Instituto de Física de Altas Energías de la Universidad Autónoma de Barcelona, dice que no tenemos por qué preocuparnos, que el riesgo es mínimo, que los mini-agujeros negros se disipan muy rápidamente.


Aquí pongo un link que ya colgó Juan, y que por lo visto pasó inadvertido. Es una web cam desde la que podemos ver en tiempo real imágenes interiores de acelerador de hadrones, y una vista exterior donde si os fijáis detenidamente veréis que ocurren cosas desaforadas.

http://www.cyriak.co.uk/lhc/lhc-webcams.html

2 comentarios:

  1. En la vía láctea hay diez mil trillones de planetas (un uno seguido de veintiún ceros). Lo han calculado (acabo de escucharlo en La Rosa de los Vientos). Ya sé que quizá ese dato no os sirva para pagar la hipoteca, pero al menos nos permite conciliar el sueño.

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  2. Ummmm, hablando de hipotecas...quiz´´as sea el fin de nuestros problemas, jua jua jua...ummm, prefiero vivir mi fantasia, sera mas agradecido...uysss que ida de pelota que tengo...
    Saludos!

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