Declaración de principiantes
He observado que en los últimos meses hemos experimentado un aumento de la bondad en los pensamientos de la población en general. Eso está bien. Mucha gente en mi derredor da la impresión de estar más suave, comprensible y de ser más buena.
También ésto he advertido en los que aparecen en los medios, desde los corruptos políticos, pasando por los egocéntricos empresarios y las campañas publicitarias de falsa solidaridad, hasta los Hijos de Puta banqueros, sin desmerecer muchas otras clases que no voy a enumerar, porque esto lo escribo rápido y porque no me da la gana.
Pues os escribo a todos:
Yo he sido bueno y malo, pero siempre he intentado ser buenecito. Todos aquellos que caben en los grupos de gentuza que he nombrado antes y que ahora me dicen cuánto de bueno puedo y debo ser, que se apliquen el cuento por doble, pues ellos antes no tuvieron ni la mitad de mi buena voluntad. Porque no puede ser que, si uno está sembrando y los otros siempre recogiendo, cuando éstos agotan el sembrao nos pidan a los currelas que sembremos todos juntos.
Y si no... nos enfadamos.
Gracias Albert, me ha venido de perillas.
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ResponderEliminarEstimado John, a mí me está pasando todo lo contrario. Las amables viejecitas tornan en oscuras harpías desdentadas, y los simpáticos parroquianos en hordas descerebradas caminando hacia un romántico final
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