viernes, septiembre 30, 2011

Muere el poeta Salvador Iborra Mallol


Ayer por la mañana murió apuñalado el poeta Salvador Iborra Mallol. Para quienes lo conocíamos, no hace falta decir nada; para los que no, sepan que es el ser más humano que conocí nunca. Vivió en Callosa de Segura, Valencia, Mallorca, y ahora en Barcelona.

Yo lo conocí allá por el año 1997, y lo recuerdo sobre todo en Elche, cuando estaba lleno de ilusiones por escribir. El tiempo lo fue poniendo en su sitio, y poco a poco fueron llegando los premios literarios y las publicaciones de libros. Puede resultar tópico decir esto ahora, pero la verdad es que nunca he conocido a nadie que escribiera tan bien como él.


Años después, en Valencia, intenté introducirle al Borges de los cuentos como lectura obligatoria... fueron eternas las discusiones al respecto pero creo que no llegué a convencerle, su vida iba como siempre orientada a la poesía -pecio de palabras y penas- y a la angustia de la existencia.

A Salva le debo gran parte de mi inédita obra literaria, por llamar de forma eufemística a esos rudos garabatos que barrunto de cuando en vez; a Salva le debo cosas que nunca ya podré compensar. Se va el que tarde o temprano sería reconocido como el mejor autor de lengua catalana. ¿Muere apuñalado un poeta? ¿Alguna vez ha ocurrido eso en la historia? Y se va atrozmente, como le hubiera gustado irse a Baudelaire.

3 comentarios:

  1. Lo que le hubiera gustado leer a Salva "muere un POETA". Desde luego ni a él ni a nadie que le conocíamos tan pronto y de una forma tan vil y miserable. Era un gigante, de esos que no se conocen si quiera una vez en la vida. Tenemos una suerte de inmensa de haber compartido con él momentos a su lado, momentos imborrables. Es imposible olvidarle. Él siempre decía que se quedaba a medias pero me niego a que nadie reconozca que su carrera se quedó a medias porque lo que había hecho por tanta gente y como escribía, sentía, se expresaba, en fin.... él nunca estuvo ni estará a medias. Era un tío más que completo, más que especial, un verdadero gigante.

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  2. Salvador fue una persona fantástica en todos los aspectos. Su pasión era la literatura y escribir. Tenía muchas ilusiones y proyectos que los estaba llevando a cabo. Hasta ahora, sólo puedo decir que fue uno de los mejores amigos que he tenido jamás. Con él se podía dialogar de cualquier tema y siempre terminabas aprendiendo. Su cultura era inagotable, su educación también. Siempre tenía una sonrisa. Echo en falta unos de esos abrazos que me hacía cuando nos veíamos. Como habéis dicho anteriormente, un auténtico gigante, que dudo que alguien lo pueda llegar a superar. Siempre le llevaré en mi memoria.

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  3. Recuerdo cantar con emociòn junto a Salvador, canciones en catalàn en un bar de Valencia donde el Dj jamàs nos las hubiese puesto en horario comercial. Madrugadas en las que compartìamos pasiones y reìamos,y ese "sempre deia que a la matinada es mataria". Nadie merece una puñalada por la espalda. Nadie. Me alegro de que al menos el sueño de vivir en Barcelona lo haya cumplido. Salva, tus palabras seguiràn deleitando. No dejaremos que se queden olvidadas, te lo prometo!!!

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